La apendicitis aguda consiste en la inflamación aguda del apéndice cecal. Constituye la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico en los servicios de urgencias y debe ser considerada en el diagnóstico diferencial de todo paciente que presente dolor abdominal de aparición súbita.

La apendicitis aguda puede presentarse en cualquier momento de la vida, si bien es rara en la lactancia, se hace cada vez más frecuente durante toda la infancia, y alcanza su máxima incidencia en la segunda y tercera década de la vida. Después la incidencia disminuye progresivamente, si bien ocurre apendicitis durante toda la vida adulta y la ancianidad. Existe una ligera predominancia en el sexo masculino; en adolescentes y adultos jóvenes la proporción entre hombres y mujeres es de 3:2. Después de los 30 años, esa relación se torna gradualmente igual en ambos sexos.

El mecanismo más aceptado en la patogenia de la apendicitis aguda es la obstrucción de la luz apendicular seguido por infección. Cerca del 60% de los casos se relacionan con hiperplasia de los folículos linfoides, 30% con la existencia de un fecalito (restos de heces compactas), 4% con la presencia de cuerpos extraños (semillas, parásitos, etc.) y 1% por la estenosis de tumores del ciego o apéndice.

Una vez obstruida la luz del apéndice, se acumula moco en su interior y aumenta la presión dentro del órgano. El moco acumulado se convierte en pus por acción de las bacterias virulentas y el aumento progresivo de la presión intraluminal va produciendo obstrucción progresiva del drenaje linfático, venoso y finalmente arterial, conduciendo a una isquemia del órgano que evoluciona a gangrena y posteriormente a perforación.

La perforación del apéndice puede conducir a una peritonitis que puede comprometer incluso la vida del paciente. Esta progresión de la enfermedad se interrumpe con el tratamiento quirúrgico apropiado.

La apendicectomía por apendicitis aguda es considerada como el procedimiento quirúrgico más frecuentemente realizado en los servicios de urgencias de todo el mundo. Durante más de un siglo, la "apendicectomía clásica" se constituyó como el procedimiento de elección para el tratamiento de la apendicitis aguda, y si bien han habido cambios importantes en su manejo, su seguridad y baja morbilidad han sido consideradas como sus características principales.

La aparición de la "apendicectomía laparoscópica" a finales del siglo XX nos permite describirla como una técnica segura, eficaz y con las ventajas reconocidas de la cirugía mínimamente invasiva, como son reducción del dolor postoperatorio, estancia hospitalaria más breve, regreso más rápido a las actividades cotidianas y un mejor resultado cosmético.